Me, Myself & I Am

Estación de Premià. La temperatura es agradable. El Sol acaba de salir, aunque está nublado. La emoción me embarga y el nerviosismo inherente a mi persona gobierna cada uno de los pasos caminados y los que quedan por caminar. Esta noche rumbo a Cádiz.

Para empezar han suprimido al menos un tren y seguramente y seguramente serán más. En la oficina me esperan un montón de nimiedades que por un mecanismo oculto que mezcla desdén, imposición y premura, se convierten en sucesos imprescindibles para el devenir de ciertas personas: mi jefe y sus acólitos. Cada año sucede exactamente el mismo ritual como si de las fiestas patronales de un pueblo cualquiera se tratase. Al menos podré resarcirme de toda estupidez a partir de las tres de la tarde y me encomendaré a la más bella de las ilusiones certeras: reencontrarme contigo mañana en ese lugar mágico donde te vi por primera vez hace casi tres años. Y que no se me olvide, The Victory for the comic Muse es la banda sonora. A partir de mañana será tu voz.

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